Los Machotes de Juan XXIII, les celebraron el gran día de la mujer a sus consentidas; con un suculento desayuno, torta, detalles y algo más; pero lo más importante fue que se sintieron como lo que son, unas verdaderas Reinas.
Es muy gratificante homenajear a personas que saben ganarse el corazón de los demás y que se dejan cautivar de manera sincera, con los pequeños detalles que les ofrece la vida. Mil felicidades compañeras; que Dios las bendiga, se merecen eso y mucho más, Perdonen lo poquito.